Adobe ha comenzado a entrenar su propia inteligencia artificial, lo que ha generado una ola de inquietud entre los usuarios. La razón principal del malestar se debe a las nuevas condiciones impuestas por la empresa a los creadores de contenido. Los usuarios de Photoshop, Illustrator y otras aplicaciones de Adobe Creative Cloud han expresado su preocupación al descubrir los cambios recientes en los términos de uso, que otorgan a la compañía el derecho de acceder al contenido del usuario “a través de métodos automatizados y manuales”
Aunque una ventana emergente en las aplicaciones de Adobe informó que la compañía podría revisar el contenido del usuario para “revisión de contenido”, los términos actualizados también mencionan que Adobe puede emplear “técnicas como el aprendizaje automático para mejorar nuestros servicios y software”. En otras palabras, la empresa podría utilizar esta información para entrenar su inteligencia artificial, lo que ha generado un descontento generalizado entre los usuarios.Adobe, que ya está en la carrera por liderar en inteligencia artificial, lanzó el año pasado una serie de productos de inteligencia artificial generativa, como el relleno de Photoshop, para competir con herramientas como Midjourney y DALL-E. Además, en respuesta al generador de video Sora de OpenAI, la compañía añadió funciones de edición impulsadas por IA a su aplicación Premiere Pro en abril.
Dado este enfoque de Adobe en la IA generativa, muchos temen que los términos actualizados permitan a la compañía aprovechar el contenido de alta calidad creado por los usuarios para entrenar futuros modelos de inteligencia artificial. Esto es especialmente preocupante para aquellos que dependen de las aplicaciones de Adobe para trabajos profesionales, ya que podría dar lugar a violaciones involuntarias de acuerdos de confidencialidad
Cabe destacar que esta opción había pasado desapercibida hasta hace poco. Aunque la página de términos de uso de Adobe se actualizó por última vez en febrero de 2024, la modificación no llamó la atención hasta que las aplicaciones de Adobe comenzaron a mostrar notificaciones emergentes informando a los usuarios de los cambios. Esta actualización ha desatado una reacción negativa por parte de muchos usuarios.
Otra sección del documento otorga a Adobe una “licencia no exclusiva, mundial, libre de regalías y sublicenciable” para usar, reproducir, exhibir públicamente, distribuir, modificar, crear trabajos derivados, ejecutar públicamente y traducir el contenido de los usuarios. Aunque Adobe asegura que utilizará estos derechos únicamente para mejorar sus servicios y software, el lenguaje utilizado parece intencionadamente ambiguo, lo que deja a los usuarios con poco control sobre cómo se utiliza o comparte su contenido con terceros.
En respuesta a la controversia, Adobe ha publicado un comunicado en su blog reiterando su compromiso con la transparencia hacia sus clientes. La compañía ha aclarado que los modelos de IA generativa de Firefly no se entrenan con el contenido de los usuarios. En su lugar, se utilizan conjuntos de datos con licencia, como Adobe Stock, y contenido de dominio público cuyos derechos de autor han expirado. Además, Adobe asegura que nunca asumirá la propiedad del trabajo de sus clientes, destacando que los clientes son los propietarios de su contenido, y que Adobe simplemente aloja dicho contenido para permitir el uso de sus aplicaciones y servicios
En conclusión, la evolución de Adobe hacia la integración de inteligencia artificial en sus productos ha generado un debate significativo sobre los derechos de los usuarios y la protección de su contenido. Aunque la empresa ha intentado aclarar su posición respecto al uso de datos para entrenar sus modelos de IA, la preocupación entre los usuarios persiste. Este caso subraya la importancia de que las compañías mantengan una comunicación clara y transparente sobre cómo manejan los datos y los derechos de propiedad intelectual de sus usuarios, especialmente en un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las implicaciones éticas son cada vez más complejas.
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Actualización
En respuesta a la controversia, Adobe ha publicado un comunicado en su blog reiterando su compromiso con la transparencia hacia sus clientes. La compañía ha aclarado que los modelos de IA generativa de Firefly no se entrenan con el contenido de los usuarios. En su lugar, se utilizan conjuntos de datos con licencia, como Adobe Stock, y contenido de dominio público cuyos derechos de autor han expirado. Además, Adobe asegura que nunca asumirá la propiedad del trabajo de sus clientes, destacando que los clientes son los propietarios de su contenido, y que Adobe simplemente aloja dicho contenido para permitir el uso de sus aplicaciones y servicios.
En conclusión, la evolución de Adobe hacia la integración de inteligencia artificial en sus productos ha generado un debate significativo sobre los derechos de los usuarios y la protección de su contenido. Aunque la empresa ha intentado aclarar su posición respecto al uso de datos para entrenar sus modelos de IA, la preocupación entre los usuarios persiste. Este caso subraya la importancia de que las compañías mantengan una comunicación clara y transparente sobre cómo manejan los datos y los derechos de propiedad intelectual de sus usuarios, especialmente en un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las implicaciones éticas son cada vez más complejas.
Adobe ha comenzado a entrenar su propia inteligencia artificial, lo que ha generado una ola de inquietud entre los usuarios. La razón principal del malestar se debe a las nuevas condiciones impuestas por la empresa a los creadores de contenido. Los usuarios de Photoshop, Illustrator y otras aplicaciones de Adobe Creative Cloud han expresado su preocupación al descubrir los cambios recientes en los términos de uso, que otorgan a la compañía el derecho de acceder al contenido del usuario “a través de métodos automatizados y manuales”.
Aunque una ventana emergente en las aplicaciones de Adobe informó que la compañía podría revisar el contenido del usuario para “revisión de contenido”, los términos actualizados también mencionan que Adobe puede emplear “técnicas como el aprendizaje automático para mejorar nuestros servicios y software”. En otras palabras, la empresa podría utilizar esta información para entrenar su inteligencia artificial, lo que ha generado un descontento generalizado entre los usuarios.Adobe, que ya está en la carrera por liderar en inteligencia artificial, lanzó el año pasado una serie de productos de inteligencia artificial generativa, como el relleno de Photoshop, para competir con herramientas como Midjourney y DALL-E. Además, en respuesta al generador de video Sora de OpenAI, la compañía añadió funciones de edición impulsadas por IA a su aplicación Premiere Pro en abril.
Dado este enfoque de Adobe en la IA generativa, muchos temen que los términos actualizados permitan a la compañía aprovechar el contenido de alta calidad creado por los usuarios para entrenar futuros modelos de inteligencia artificial. Esto es especialmente preocupante para aquellos que dependen de las aplicaciones de Adobe para trabajos profesionales, ya que podría dar lugar a violaciones involuntarias de acuerdos de confidencialidad.
Cabe destacar que esta opción había pasado desapercibida hasta hace poco. Aunque la página de términos de uso de Adobe se actualizó por última vez en febrero de 2024, la modificación no llamó la atención hasta que las aplicaciones de Adobe comenzaron a mostrar notificaciones emergentes informando a los usuarios de los cambios. Esta actualización ha desatado una reacción negativa por parte de muchos usuarios.
Otra sección del documento otorga a Adobe una “licencia no exclusiva, mundial, libre de regalías y sublicenciable” para usar, reproducir, exhibir públicamente, distribuir, modificar, crear trabajos derivados, ejecutar públicamente y traducir el contenido de los usuarios. Aunque Adobe asegura que utilizará estos derechos únicamente para mejorar sus servicios y software, el lenguaje utilizado parece intencionadamente ambiguo, lo que deja a los usuarios con poco control sobre cómo se utiliza o comparte su contenido con terceros.
Es importante mencionar que Adobe no es la única empresa enfrentando controversias relacionadas con la inteligencia artificial generativa y la privacidad. La próxima función Recall AI de Microsoft también ha sido criticada por expertos en ciberseguridad debido al riesgo de exponer datos sensibles como contraseñas. Así, no se trata de un problema aislado, sino de una tendencia general en la que varias empresas buscan aprovechar contenido para entrenar sus IA, algo que genera preocupación en cuanto a la privacidad y la propiedad intelectual.
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En respuesta a la controversia, Adobe ha publicado un comunicado en su blog reiterando su compromiso con la transparencia hacia sus clientes. La compañía ha aclarado que los modelos de IA generativa de Firefly no se entrenan con el contenido de los usuarios. En su lugar, se utilizan conjuntos de datos con licencia, como Adobe Stock, y contenido de dominio público cuyos derechos de autor han expirado. Además, Adobe asegura que nunca asumirá la propiedad del trabajo de sus clientes, destacando que los clientes son los propietarios de su contenido, y que Adobe simplemente aloja dicho contenido para permitir el uso de sus aplicaciones y servicios.
En conclusión, la evolución de Adobe hacia la integración de inteligencia artificial en sus productos ha generado un debate significativo sobre los derechos de los usuarios y la protección de su contenido. Aunque la empresa ha intentado aclarar su posición respecto al uso de datos para entrenar sus modelos de IA, la preocupación entre los usuarios persiste. Este caso subraya la importancia de que las compañías mantengan una comunicación clara y transparente sobre cómo manejan los datos y los derechos de propiedad intelectual de sus usuarios, especialmente en un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las implicaciones éticas son cada vez más complejas.